Fortschritt: Wir
haben endlich gelernt, wie man unsere Fotos als kleinere Dateien
abspeichert, so dass wir die Seite nicht überlasten und mehr Fotos
zeigen können!
Progreso: Por fin hemos aprendido a almacenar las fotos con menos volumen para poder mostrar más. El
día que aprendamos a fotografiar olores, sonidos y sabores, lo haremos
también, mientras tanto tendreis que conformaros con ver cómo es
aparentemente lo que hay
Posadas, excursión en autobús.
El día 5 de diciembre el termómetro
ascendió a 42°
y el periódico decía que la curva térmica, sea lo que sea eso,
había alcanzado los 52°. Como teníamos aún una pestaña de la
entrada triple para acceder a la misión de Santa María la Mayor, a
120 km de Posadas, nos fuimos allí en coche de línea.
Ya
tarde, con el calor acechando, tomamos el colectivo hacia la Central
de Autobuses al mismo tiempo que una pareja de chicos ligeramente
mayor que nosotros, campesinos de aspecto, que por poco lo pierde. Él
se subió antes y miraba entre preocupado y avergonzado cómo ella
corría atravesando la calle y se montaba apresurada. Yo le apoyé:
„lo alcanza, lo alcanza“, le dije, y él me contestó con un
rápido guiño de ojo, exactamente igual que el que suele hacer mi
tía Petra cuando quiere decir „Ya me entiendes“ o algo parecido.
Probablemente los gestos y los versos del mundo son un corpus
limitado, pero tanto parecido, incluso físico... me acordé de que
en este país también yo tengo parientes: hace casi 100 años, mi
tío-abuelo Mariano emigró desde Soria y su prole debe estar
repartida por Argentina. Lo conocí una vez que volvió y toda la
familia se reunió para hacerse una foto.
Sentarse
en el autobús urbano en el lado del sol es un martirio, así que, en
cuanto pude, me puse en un asiento detrás de aquella señora que era
una bella mujer, muy blanca de piel y de abundante melena cana
recogida en un moño. Ella en seguida se percató de que no hablaba
como los de aquí y me preguntó „cuál era mi origen, si no me
hería la pregunta“. También el mundo de referencias para
parecidos es limitado: Cuando le dije que era de Madrid, ella
contestó:"Español? Ya decía yo: se parece usted a Arguiñano“.
Yo le dije que no cocinaba tan bién y ella empezó a contarme que
había comprado una papaya e iba a plantar todas sus semillas, porque
el año pasado se le habían helado las que tenía. A ver si esta vez había más suerte. Me pasmó que aquí hubiera heladas y me contestó
que cada año menos. La papaya, que en esta región se llama mamón, no tiene
mucho sabor, pero transporta muy bien los sabores „prestados“.
Esta fruta en concreto debía venir de Brasil y no le gustaba
demasiado, porque por dentro era roja como una sandía, seguro que
estaba manipulada... Me preguntó adónde íbamos y cuando se lo
conté, me dijo que ella era de Apóstoles, la capital del Mate, que
era un pueblo muy lindo y también merecía una visita.
Tomamos el mismo coche de línea y, cuando llegamos a Apóstoles, se acercó a nuestro asiento para decirnos que aquél era su pueblito. Le prometimos pasar por la tarde, de regreso y se fue satisfecha. No nos dió tiempo.
Campos de te desde el autobús / Teefelder aus dem Bus |
Tomamos el mismo coche de línea y, cuando llegamos a Apóstoles, se acercó a nuestro asiento para decirnos que aquél era su pueblito. Le prometimos pasar por la tarde, de regreso y se fue satisfecha. No nos dió tiempo.
Por
lo que vimos desde el autobús, Apóstoles tiene calles rectas y
limpias, chalets de lujo y farolas bien puestas. Por todas partes hay anuncios de que es la capital mundial
del mate y tiene un aire tan próspero que casi podría parecer uno
de esos poblados californianos para jubilados millonarios, si no
hubiera también modestas chozas. Luego nos enteramos de que las
fortunas pertenecen a los capos del mate, de que Apóstoles y Puerto
Rico son los dos pueblos más limpios y prósperos la provincia de
Misiones y de que Apóstoles es un núcleo de inmigrantes polacos.
También pasamos por un pueblo que se llamaba Concepción de la Sierra y no supimos si la sierra era de "serranía" (que no se veía por ninguna parte) o de "serrar"... Pensando en el nombre, incluso sentíamos que el aire era más fresco: qué quimera! Apearse del aire acondicionado del autobús en Santa María la Mayor fue como entrar en un horno. Nuestras elucubraciones se asaron.
También pasamos por un pueblo que se llamaba Concepción de la Sierra y no supimos si la sierra era de "serranía" (que no se veía por ninguna parte) o de "serrar"... Pensando en el nombre, incluso sentíamos que el aire era más fresco: qué quimera! Apearse del aire acondicionado del autobús en Santa María la Mayor fue como entrar en un horno. Nuestras elucubraciones se asaron.
Ante las ruinas vacías y con
un calor sofocante que nos impide dar un paso, nos preguntamos qué
hacemos allí. Al principio sólo era una disculpa para visitar el
país, pero, según nos vamos adentrando en el tema, nos vamos
interesando en su historia y en su estética. Que la actuación de la
iglesia en tiempos de la colonización no era mucho mejor que la de
la corona, es más que sabido. Es trabajoso imaginarse hasta que
punto los guaraníes que poblaban esta región y vivían en poblados
y tribus independientes, fueron violentados y obligados a abandonar
sus tierras. Más claro parece que los jesuítas emprendieron aquí
un proyecto de cristianización y educación de los nativos. El hecho
de que estas 30 misiones, en cada una de las cuales vivían entre
1000 y 5000 guaraníes, estuvieran dirigidas sólo por dos ó tres
frailes, muestra, por una parte, que la gente hubiera podido huir de
haberlo querido; pero también muestra que se les había robado las
tierras y que, si se escapaban o salían de su Misión, corrían el
peligro de ser detenidos por el poder colonial (terratenientes y
encomenderos) y convertidos en esclavos. De hecho los jesuítas eran
para muchos colonizadores una astilla en el ojo porque les privaban
de fuerza de trabajo barata (no sin motivo se llama „Reducciones“
a estas Misiones, pues los nativos eran reducidos a este lugar y sus
tierras (sobre las que ellos no concebían el concepto de propiedad)
pasaban a ser explotadas de la corona.
Que ellos aprendieran a leer, a escribir y oficios artesanales y mecánicos, que desarrollaran un sistema social y que tuvieran que dar un tercio de sus cultivos a la corona española, otro tercio a los jesuítas y otro a la comunidad, es la otra cara de la moneda que hoy es proclamada „conquista cultural“. Con la visita a cinco o seis misiones nos hemos podido hacer una idea de las relaciones que aquí se dieron. En 1767 los jesuitas fueron expulsados de los territorios España y Portugal y las misiones entraron en franca decadencia; los franciscanos se ocuparon de ellas y entraron en una fase de beaterío inoperante y absurdo que aún perdura hoy día.
Alfred Döblin, dice Sabine ( de quien traduzco este par de párrafos), describe todo esto en su „Amazonas“, obra para la que se documentó durante años en la biblioteca nacional de París. Más difícil es escontrar bibliografía amena en español. El tema está olvidado de las librerías, y la documentación que (por falta de tiempo) he podido encontrar, se limita a tratados de estética artística (inventarios y clasificaciones de capiteles y edificios) y tesis doctorales sumisas al sistema, tanto en la península como en América.
Maqueta de la Misión Sta. María |
Que ellos aprendieran a leer, a escribir y oficios artesanales y mecánicos, que desarrollaran un sistema social y que tuvieran que dar un tercio de sus cultivos a la corona española, otro tercio a los jesuítas y otro a la comunidad, es la otra cara de la moneda que hoy es proclamada „conquista cultural“. Con la visita a cinco o seis misiones nos hemos podido hacer una idea de las relaciones que aquí se dieron. En 1767 los jesuitas fueron expulsados de los territorios España y Portugal y las misiones entraron en franca decadencia; los franciscanos se ocuparon de ellas y entraron en una fase de beaterío inoperante y absurdo que aún perdura hoy día.
Alfred Döblin, dice Sabine ( de quien traduzco este par de párrafos), describe todo esto en su „Amazonas“, obra para la que se documentó durante años en la biblioteca nacional de París. Más difícil es escontrar bibliografía amena en español. El tema está olvidado de las librerías, y la documentación que (por falta de tiempo) he podido encontrar, se limita a tratados de estética artística (inventarios y clasificaciones de capiteles y edificios) y tesis doctorales sumisas al sistema, tanto en la península como en América.
Por
otra parte, los viajes en autobús son siempre, de por sí, una
experiencia. Siempre se puede hablar con alguien y, al mismo tiempo,
se tiene desde el asiento una rápida panorámica de lo que pasa en las orillas de la carretera: casas ante las que se sientan
las familias, niños que juegan, campos, estancias, pueblos, caminos
que desaparecen en la jungla, casas de venta de coches elegantes
(mucho Mercedes y Volkswagen) y humildes tenduchos en los que
se vende todo lo impensable. Todo el espectro de la economía
campesina expuesto en el escaparate de la ruta.
Ländliche Kultur
Mit dem Bus machen wir einen Ausflug
nach Santa María la Mayor, einer weiteren Jesuitenmission – etwa
120 km von Posadas entfernt. Es war der bislang heißeste Tag
unsereres Aufenthaltes – 40 Grad mit hoher Luftfeuchtigkeit, da
setzt einem schon mal der Atem aus. Der „Wächter“ der Ruinen
(die, wie die anderen auch, zum UNESCO-Weltkulturerbe zählen) fühlt
sich ganz offensichtlich gestört in seiner Ruhe, wir sind die ersten
Touristen des Tages (aber wohl auch der Woche). Nein, zu essen oder
trinken gebe es nichts, immerhin rückt er dann etwas von seinem
eigenen Trinkwasser aus dem Kühlschrank raus.
An den Ruinen wird
gearbeitet. Irgendeine Stiftung finanziert die Restaurierung einer
Mauer, denn der Urwald ist schneller als die staatlichen
Konservierungsmaßnahmen. Auf dem porösen roten vulkanischen Stein
setzen sich Moose und Flechten fest, was sehr schön aussieht, aber
wohl fatal ist.
Für die historische Dokumentation würde es
natürlich reichen, wenn man eine dieser Siedlungen
restaurierte, aber es gibt hier wenig Sehenswertes, und auf den
UNESCO-Zug wollen wohl alle gerne aufspringen. Die Gegend hat sonst
wenig zu bieten, die Einheimischen jammern zudem darüber, dass das
ausländische Kapital das Land großflächig ausbeutet. Chilenen (die
mag man gar nicht, die haben im Falklandkrieg zu den Engländern
gehalten), US-Amerikaner (und die Yanquies mag sowieso kaum einer),
aber auch Schweizer und Niederländer werden als Betreiber von
riesigen Sojaplantagen (in Paraguay) und Aufforstungsprojekten mit
schnell wachsenden Holzarten (Eucalyptus, Kiefern, hier in Misiones)
genannt.
Warten auf dem Bus im einzigen Schatten weit und breit / Espera al autobús en la única sombra |
Sta. Maria zu verlassen, war nicht so
einfach, und das Warten in der Sonne an der Landstraße schier
unerträglich. So haben wir den ersten Bus, der kam, genommen, in die
andere Richtung. Im nächsten Kaff sind wir ausgestiegen (San Javier,
hier heißt alles „San“, es waren alles Jesuitengründungen) um
Schatten, etwas Essbares und einen Bus zurück zu finden. Dort saß
am Busterminal ein sehr dicker Brasilianer (die brasilianische Grenze
ist in Sichtweite) und verkaufte uns in freundlichem Portugiesisch
einen gräßlichen brasilianischen Hamburger, aber so haben wir
immerhin überlebt!
Blicke aus dem Bus / Desde el autobús |
Die Fahrten im Bus sind immer ein
Erlebnis! Mit irgendeinem Mitfahrer kann man immer reden, und
gleichzeitig hat man aus der Höhe einen super-Blick auf alles, was
so am Straßenrand zu sehen ist: Häuser, vor denen die Leute sitzen,
die Kinder spielen, Felder, Estancias (die besseren Bauernhöfe mit
Land), Dörfer, im Dschungel oder am Horizont verschwindende Wege,
schicke Auto-Vertretungen (viel VW und Mercedes) und daneben
Bruchbuden, in denen alles mögliche verkauft wird. Das ganze
Spektrum der auf die Landstraße ausgerichteten ländlichen Ökonomie.
An den Busterminals der Orte ergießt sie sich über den Autobus. Da
werden Getränke verkauft, Kinder bieten Kaugummipackungen feil, die
sie sicher viel lieber selber konsumieren würden, Frauen kommen mit
Körben, in denen appetitlich auf sauberen Tüchern frische Backwaren
liegen. „Heiße Chipas“ werden ausgerufen, und das sind wirklich
sehr leckere Dinge, deren Teig – wie wir uns erklären lassen –
im Wesentlichen aus Maniok (einer Wurzel, die gekocht ähnlich wie
eine mehlige Kartoffel ist) und Eiern besteht.
In dieser Gegend wird viel Tee und Mate
angebaut, der Tee super-gepflegt in Büschen, die als Hecken
beschnitten werden, der Mate in eher ungeordneten Baum-Pflanzungen.
Die „Yerba“ deren Blätter für den Mate geerntet, getrocknet und
fermentiert werden, wurde früher schon von den Guaranies genutzt,
mit ähnlich putschendem Effekt wie Kaffee, aber eben ein bitteres
Kräutergesöff. Die Jesuiten haben den Anbau gefördert und
kultiviert.
Jugendliche an der Uferstraße - mit Mate / jovenes en la costanera |
In Posadas hat der Mate-Trinker ein eigenes Denkmal / | monumento al mate |
Unsere Gastgeberin, Norma, natürlich mit Mate /Norma, nuestra anfitriona |
Hier verbraucht jeder Einwohner rund 55 kg Mate im Jahr,
überall sieht man die Leute mit der Kürbistasse fast randvoll mit den klein-gemahlenen grünen Blättern,
einem silbernen Strohhalm, der unten ein Sieb hat (damit die Blätter
nicht mit eingesogen werden) und einer Thermoskanne mit heißem
Wasser, aus der sie ständig nachgießen, weil neben der Blättermatsche kaum Wasser Platz hat.
Im Sommer sieht man genau so viele Leute, die eine Eistee-Variante davon trinken; sie tragen dann dickbauchigere Thermoskannen mit kaltem Wasser, in denen auch das Eis noch Platz hat. Und eine weitere Variante ist der Terere, der als Eistee mit Saft getrunken wird. Mit diesen Getränken ist hier alle Welt ständig unterwegs, auch die jungen Leute. Es gilt als Ehre, wenn einem ein Zug aus dem Mate-Strohhalm angeboten wird.
Im Sommer sieht man genau so viele Leute, die eine Eistee-Variante davon trinken; sie tragen dann dickbauchigere Thermoskannen mit kaltem Wasser, in denen auch das Eis noch Platz hat. Und eine weitere Variante ist der Terere, der als Eistee mit Saft getrunken wird. Mit diesen Getränken ist hier alle Welt ständig unterwegs, auch die jungen Leute. Es gilt als Ehre, wenn einem ein Zug aus dem Mate-Strohhalm angeboten wird.
Mate-Strauch, sieht immer gerupft aus, weil nicht die Blüten, sondern die Blätter zu Tee verarbeitet werden / arbustos de mate |
Teefeld / Campo de té |
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