17. Januar 2013

San Juan

San Juan - zona peatonal / Fußgängerzone

Del bienestar de la provincia y la vida del campo
Tras haber conocido las grandes ciudades del oriente argentino, intentamos seguir por la famosa carretera 40 (que va de sur a norte al pie de los Andes y que las guías de viaje pregonan casi tanto como la norteamericana ruta 66 -es un decir, porque son bien distintas) e ir acercándonos a Bolivia. A dos horas de autobús desde Mendoza queda San Juan, otra ciudad de la que no sabemos nada y que, en realidad, tampoco queremos ver; pero que, como etapa del viaje, puede servirnos para buscar un alojamiento en el campo y quedarnos una semanita, o más. Estamos en pleno verano y cuanto más al norte vayamos, más calor; y cuanto más bonito sea el paisaje, más veraneantes: estas son las condiciones adversas a las que tenemos que enfrentarnos en el enero argentino.
La página web de alojamientos no ofrece demasiados en los alrededores de San Juan; pero uno, La Granja de la Tía Nora, resulta apetecible: ecológico, mucho adobe, piscina, comida biológica, bicicletas... todo eso suena casi a tierra prometida.
Melones y sandías de Media Agua, la Villaconejos argentina

Escribimos y la primera respuesta que nos llega es negativa. Nos da igual, pensamos ir a verlo de todas maneras. Pero apenas media hora más tarde ya recibimos otro mail en el que nos dicen que sí, que tienen una habitación doble. Nos parece que ése es modo de torear el pago de cuotas a bnbair.com.



San Juan de la Frontera
El viaje desde Mendoza hacia el norte va por las llanuras de aluvión preandinas y entre montes que se pierden en la lejanía. Asoman frentes de nubes que no sueltan gota porque, como en Chile ya han chocado con la fría corriente Humboldt y han descargado en gran parte en el Pacífico, a la cordillera no le queda otro remedio que ser un seco desierto; no tan pintoresco como esas fotos del Sahara, sino cubierto de una capa de polvo gris y de piedras entre las que crecen matorrales que reverdecen cuando caen cuatro gotas. 
Bewässerungskanal
Canal de riego; el agua glaciar va a velocidad increíble


El agua que baja del deshielo de los glaciares formaba tradicionalmente ríos de anchos cauces secos en los que el caudal se perdía y se sumergía o evaporaba; actualmente se recoge en pequeñas represas desde donde se reconduce en acequias y canales a las tierras de labranza y a las huertas. Los pueblos del pie de los montes en auténticos oasis. Una de estas poblaciones es San Juan, rodeada de viñedos y huertas.
Antes de entrar en la terminal, la policía detiene el autobús y nos obliga a pasar las maletas por un escáner. Esta vez no tenemos que abrirlas: por lo visto, buscan droga. Como no llevamos ni un mal porro, las dejamos en consigna y nos vamos a dar una vuelta por la ciudad, que es un repetida cuadrícula de calles con nombres repetidos (desde Rivadabia, primer presidente argentino, a Mitre, primer presidente elegido, pasando por Belgrano, Perón y la imprescindible Plaza de San Martín). Nada emocionante, pero todo nuevo porque tambien aquí hubo un gran terremoto, no hace 150 años como en Mendoza, sino en 1944. (Hoy mismo, mientras esperábamos a que trajeran la comida, he leído en un suplemento dominical una documentación del terremoto, que fue espantoso y que tuvo consecuencias insospechadas: Con la organización de la ayuda a los damnificados empezó la carrera política de Perón y, en el curso de las actividades, se conocieron él y Evita Duarte).
Torre de la Catedral, entre el Campanile veneciano
y la de Las Ventas de Retamosa/

Kathedralenturm
En San Juan nació, en 1811, Domingo Sarmiento, un presidente agentino considefrado "de los buenos", pues se preocupó por la alfabetización del país, la obligatoriedad de la ensenanza y escribio libros (Su vida, "El Facundo", que es la vida de Facundo Quiroga...) que sin duda pueden resultar interesantes y describen bien estas regiones, pero su estilo es demasiado prolijo, quiero decir, para mi gusto). 
Escultura de la madre de Sarmiento.
Ojo! una vez fotografíada
corre peligro de ser sustraída!

Su casa es el único edificio que se salvó del terremoto, y la hemos visitado, pero como no la dejan fotografiar (también por temor al robo, aunque nadie me explica que tienen que ver las fotos o qué podrían robar en ese summelsorium de objetos banales) no me da la gana de explicar cómo es; mejor dicho, no es nada para los no interesados. El ministerio de turismo argentino, en lugar de tanto pohibir, podría enseñar a las empleadas de la cercana oficina de turismo a informar... Son de las que no te miran cuando hablan, de las que no saben qué hay 10 km más allá porque no lo han visto nunca y de las que ni entienden lo que les preguntas. Eso sí „Todo mmmuyyy lindo!“.

Oro bajo el hielo
"Wasser ist wertvoller als Gold!"
De vuelta a la terminal llaman la atención extraños pasquines colgados en los árboles („La Minería sólo utiliza el 1% del agua de la región“ o „El oro no se bebe“) y, al pasar por la zona peatonal, los plátanos con las hojas ya secas, aunque estamos a principios de verano. Pregunto a un barrendero pensando que se trata de una enfermedad como la de los castaños europeos (en Leipzig, en el Retiro, en Camarena...) y él me contesta: „No, no; es por falta de agua“. Y yo le entiendo que es la falta de lluvia.
Hojas secas cubren el pavimento de la calle peatonal
 En las cercanías a la clínica que ocupa la cuadra anterior a la terminal hay por lo menos tres consultas de nefrólogos. También me extraña esa debilidad de los riñones sanjuaninos. Pero las sorpresas siguen en la estación, donde nos entorpece el paso un tropel de varios cientos de tíos jóvenes, con grandes bolsos de viaje, que esperan montar en muchos autobuses alineados. El taxista que nos lleva a la Granja de la Tía Nora nos explica que no son obreros de vuelta al trabajo en Buenos Aires o Mar del Plata, como pensábamos, sino mineros que trabajan en las minas de oro de Pascua Lama.
Sabine intenta entrar en la terminal de San Juan
Ansturm am Busterminal (ich rechts mit rotem Koffer)
Pascua Lama! Recuerdo de la guía de Chile (2006) que en Pascua Lama había tres glaciares y debajo de ellos, un yacimiento de oro bastante potente. Para conseguir explotarlo había que remover (por supuesto, sin destruir) los millones de toneladas de hielo y nieve de los heleros que dan vida a los valles. El yacimiento estaba en sus tres cuartas partes en territorio chileno. En el valle chileno de Huasco, los labradores se habían levantado al lema de „El agua es vida“ y habían conseguido parar las obras (la Bachelet estaba siendo elegida Presidenta y lo puso en su programa electoral). Entonces la multinacional que iba a explotar la mina ya amenazaba con atacar por Argentina, aunque el acceso era más costoso. Y así fue, por lo que vemos ahora. 10.000 sanjuaninos trabajan en la mina (5000 m de altura, 30º bajo cero) durante quince días seguidos y luego bajan a descansar una semana. Hay que decir que tampoco es una empresa libre de sospecha: la Barrick Gold, con sede en Canadá, había sido propiedad de Kasogghi, el traficante de armas que por entonces residía en Marbella y copaba las revistas del corazón españolas.
El Taxista sigue hablando y dice que teme que sus nietos no puedan vivir en esta tierra. Sus nietos!, le digo que me parece que apunta muy lejos; que antes notará el problema él mismo y sus hijos. Y me mira con cara de incrédulo.
Flasche auf dem Dach heißt "zu verkaufen" /
Una botella sobre el coche significa "a la venta"
Pasamos junto a varios coches que tienen sobre el capó una botella de agua. Le digo que en mi pueblo esas botellas se utilizan de „guardaesquinas“, para que los perros no se meen (aunque yo he visto a varios mearse encima) y, esperando que me cuente alguna estulticia popular de ese estilo, me salta con que las botellas de agua se ponen sobre los coches que están en venta.
Es curioso cómo el agua va cobrando valor de señuelo de comercio.

La tía Nora
Hace cuatro años que Pedro y Lucía se compraron 6 hectáreas de terreno en el cauce (seco) del río San Juan y pusieron pie en la realidad de su sueño: abandonar la vida de vendedores de seguros y empezar otra nueva de agricultores ecológicos. Ambos parecen contentos y nos muestran orgullosos su proyecto, que tiene el nombre de la tía Nora, la cual les dejó la herencia cuando se murió.
La granja es bastante bonita, levantada con menos idea que voluntad, siguiendo las directrices del libro de John Seymour sobre „La vida en el campo“, que nosotros conocemos de Steindorf y de Camarena y que, a mí particularmente, me parece un poco rosa. En la granja ayudan voluntarios de una organización internacional que vienen a trabajar seis días por semana a cambio de comida, cama y currículum. También estudiantes de agronomía de no sé que univesidad sueca. Actualmente hay una dieciochoañera alemana de Tübingen, Violetta, que da el pienso a los animales con auténtico gusto; hay bastantes: muchas gallinas, patos que se comportan como perros, mendigando comida cerca de la mesa en lugar de quedarse en su charca, una tortuga carnívora, gansos, tres perros muy simpáticos y bobalicones, cabras que dan leche y queso, dos ovejas, una vaca, conejos, pavos, tres caballos, cerdos, todo en cantidades abarcables.
A esto en Navalcarnero lo llaman (hu-)"mus de lombrices",
es el abono perfecto
En la granja hay un edificio principal en el que está la cocina, el comedor, dos baños, tres habitaciones y una sala de TV. Luego está la casita en las que viven los dueños, y, por fin, una bonita cabaña hexagonal de adobe y cañas, varios establos y una piscina.
Detrás quedan los campos llenos de tomates (los más sabrosos que hemos probado desde los nuestros de Camarena), una viña, berenjenas, calabazas, guisantes, etc, etc,,, un bonito jardín de hierbas aromáticas, frutales llenos de almendras, melocotones, membrillos... un sueño, naturalmente. Además Lucía es la mejor cocinera que nos hemos encontrado en Argentina y nos da de comer poca carne, muchas legumbres y buenas ensaladas. Tres señoras la ayudan en las tareas de encurtido y de cocina, antiguas criadas de la casa de sus padres que siguen con ella por fidelidad y se contentan con ser pagadas con productos de la huerta.
Por todas partes reina un ambiente agradable, todo está abierto, todo accesible para todos. Nos instalamos en la cabaña y nos preparamos a pasar una semana viviendo y colaborando como (viejos) voluntarios en el trabajo del campo. Nuestra primera tarde allí es maravillosa.
Al día siguiente nos damos cuenta de dónde está el talon de aquiles del proyecto. La vida ecológica no da para vivir. No hay mercado para sus productos. Regalan los sabrosos tomates y calabazas, se comen sus propias mermeladas y salsas de tomate, no tienen ingresos, sino sólo gastos y se ven obligados a vender su granja como decorado a gente de la capital y veraneantes de los alrededores que pagan entrada para bañarse en la piscina y también por utilizar todo. No sólo: pasan las mañanas en la granja los niños de un campamento cercano aprendiendo a tratar animales, a nadar... Por la tarde, en plena hora de la siesta empiezan a llegar los clientes de la pileta: grupos de adolescentes que juegan y gritan al lado de nuestra cabaña; niñas que se tumban a tostarse con la radio a todo volumen, sus cocacolas y gaseosas, mamás con bebés que dan órdenes, matean, cotillean y fuman sin parar al lado de nuestra cabaña... se juntan hasta más de 50 personas y convierten en almadraba una piscina que no es ni el doble que la de Camarena.

Dos detalles de la choza de huéspedes / eine Lehmhütte als Gastzimmer

 Además las masas entran en la casa, utilizan los wáteres, los niños juegan a las cartas en el comedor, otros ven la televisión en el salón de estar, en resumen, los clientes lo invaden todo. Cuando al atardecer se recupera la calma, quedan montones de basura, papeles y boquillas de cigarrillos por el suelo. Cuando osamos acercarnos a la piscina, nos damos cuenta de que es un auténtico bebedero de patos con temperatura de pis.
Una americana aparece ya de noche y monta su tienda al lado de la cabaña. Es una tipa curiosa: va en bicicleta de Paraguay a Perú. El último grupo se queda junto a la piscina hasta las 2 ó las 3 de la mañana (son los amigos de la hija de los dueños y es viernes). Sabine duerme como un lirón, pero yo no puedo pegar ojo. Me resulta incómodo dormir con la ventana abierta a la vista de todos, me levanto y el water está en condiciones de estación. Cuando se despierta Sabine yo ya tengo la maleta hecha. Esto no es mi lugar ideal de descanso imaginado. Nos despedimos un poco precipitadamente pero quedamos como amigos y les deseamos mucha suerte a Pedro y Lucía!
Canal de riego junto la Granja. Aquél día alguien se cayó al agua y encontraron su cadaver 35 km  más abajo. / An diesem Tag fiel ein Mann in den Kanal und wurde erst 35 km weiter unten tot rausgefischt
 Innumerables murales en San Juan avisan contra el trabajo infantil. No sabemos si con motivo real o como panfleto universal / Die zahllosen Wandgemälde in San Juan, die gegen Kinderarbeit mahnen, werden ihre Gründe haben:

"Können meine Ängste deine Freude sein?"


Der Wohlstand der Provinz und das Landleben
Nachdem wir nun die großen Städte im Westen Argentiniens kennen, wollen wir auf der in den Reiseführern wie die amerikanische Route 66 gerühmte Route 40, die vor den Anden von Süden nach Norden durch Argentiiens Westen führt, in Etappen gen Bolivien tingeln. Zwei Busstunden von Mendoza entfernt liegt San Juan, eine Stadt (und gleichnamige Provinz), die uns absolut nichts sagt und die wir nicht wirklich besuchen wollen. Aber als Ziel der Busreise mag sie dienen, von dort aus wollen wir irgendwo aufs Land, einige Tage bleiben, wenn es schön ist auch länger.
Es ist Hochsommer, und je nördlicher desto heißer. Und je ländlich-hübscher desto mehr Urlauber. Das sind die Randbedingungen, mit denen wir jetzt im Januar rechnen müssen. Unsere Privatvermieter-Seite gibt für das ländliche San Juan nicht viel her, aber doch, ein Quartier erscheint viel versprechend: die Granja Tía Nora, der Bauernhof von Tante Nora. Ökologisch, viel Adobe, Pool, Bioessen, Fahrräder, es klingt wie das ersehnte Land. Wir schreiben hin, und bekommen zwar über die automatische Reservierung eine negative Antwort, kurz hinterher jedoch ein Schreiben, man habe doch ein Doppelzimmer. So umgeht man wohl die Gebühren an airbnb.com.

San Juan Stadt
Die Fahrt nach Norden führt über die platte Schwemmebene vor den Anden, die Berge im Westen in weiter Ferne. Wir sind hier im Lee eventueller Regenwolken, die sich ja auch in Chile nicht abregnen, weil sie vorher schon über dem Meer über dem eisekalten Humboldtstrom ihren Kälteschock bekommen haben und sich ausgetropft haben. Zudem kommt der Westwind Chiles hier als trockener,sich zunehmend erwärmender Fallwind an, eine Art Föhn, der hier"La Zonda" heißt. So ist auf dieser Seite beiderseits der Bergkette Wüste. Nicht so malerisch, wie man es von Fotos der Sahara kennt, sondern eine einfache graue Dreck- und Steinwüste, in der hier und da niedrige Gestrüppe stehen, die sich – falls es dann doch mal regnet – schnell begrünen. Dort, wo früher Flüsse von den Bergen kamen, sind trockene Furten, die Flüsse werden in Stauseen aufgefangen und durch Kanäle zur Bewässerung weitergeleitet, so dass die Orte vor den Bergen allesamt Bewässerungsoasen sind. So auch San Juan, das wieder von großen Weinbauflächen umgeben und überall mit kleinen und großen Bewässerungskanälen durchzogen ist.
Das Wasser strömt hier mit beeindruckender Geschwindigkeit

Wir lassen das Gepäck am Busbahnhof und drehen eine Runde durch den Ort – ein Standard-Grundriss mit Standard-Straßennamen von Ribadavia (erster Präsident Argentiniens) bis Mitre (erster gewählter Präsident) und der unabdinglichen Plaza San Martin. Nichts Aufregendes, aber alles neu, denn auch hier hat ein Erdbeben alles zerstört, aber nicht – wie in Mendoza – im 19 Jh., sondern erst 1944. (s. Foto oben vom neuen Kathedralenturm, alles "Alte" ist verschwunden)

Wer nicht in der Mine arbeitet ist Kontrolleur der Parkgebühren /
En S. Juan, quien no trabaja en la mina, es controlador coches aparcados
Einzige Sehenswürdigkeit ist die Casa Sarmiento, das Gebäude, in dem der Nachfolger Mitres, Domingo Sarmiento, 1811 geboren wurde. Er hat sich um die Erziehung und Alphabetisierung verdient gemacht, irgendein Reiseführer bemerkt lakonisch, er sei der einzige „gute“ Präsident Argentiniens gewesen. Das Haus ist eines der wenigen alten Gebäude der Stadt, die ansonsten durch große Banken und einige ordentliche Esslokale beeindruckt. Als wir einige Tage später nochmal nach San Juan zurückkommen finden wir sogar ein exzellentes vegetarisches Restaurant.


Gold unterm Eis
Offenbar sind nicht alle einverstanden ... /
Parece que no todos están de acuerdo ...
Inzwischen wissen wir, wo der kleine Wohlstand der Provinzstadt herkommt, in dieser eher abgelegenen und sonst weitgehend ärmlichen Region. Es ist nicht schwer herauszubekommen. Die Presse ist voller Meldung darüber, was die Firma Barrick Gold in Pascua-Lama wieder alles vorhat, wer gegen sie protestiert und prozessiert und wie der Stand der Minenerschließung ist. Gabriel erinnert sich, dass dieses Goldminenprojekt auf dem Andenscheitel schon im Gespräch war, als er 2006 den Chile-Reiseführer schrieb. Faktisch ist es wohl schon seit den 1990er Jahren in Vorbereitung. Die kanadische Firma wollte damals von Chile aus die drei Gletscher, die die Gold-führenden Schichten bedecken, abtragen, aber eine starke Öko-Bewegung („Wasser ist Leben“) und der Wahlkampf von Michelle Batchelett verhinderten das Projekt in dieser Form. Wenn erst mal die Gletscher weg wären, so fürchtete man, wäre auch der ganzjährige Strom von Schmelzwasser gefährdet, der für die Oasen beiderseits der Anden lebenswichtig ist. Inzwischen gibt es binationale Verträge und die Firma arbeitet offenbar mehr von Argentinien aus als von Chile. Auf ihrer offiziellen Seite behauptet Barrick Gold, die drei Gletscher Toro 1, Toro 2 und Esperanza unangetastet zu lassen, aber wer weiß schon genau, was da in 4000-5000 m Höhe geschieht. Derzeit ist man noch mit dem Abtragen der Deckschichten beschäftigt, was offenbar schon genug Staub und Belästigung durch die stetige Lastwagenkolonne verursacht. 10.000 junge Männer aus San Juan (120.000 Einwohner) arbeiten hier, in 14-Tage-Schichten, danach werden sie ins Tal gekarrt und haben eine Woche frei. Auf der chilenischen Seite sind es wohl ebnfalls einige Tausende. Am Busbahnhof stehen morgens Heerscharen von Männern mit großen Reisetaschen, die sich von ihren Frauen verabschieden, jeden Tag fahren Buskarawanen rauf in die Anden zur Mine. Und die Propaganda arbeitet ohne Pause, große Schilder verkünden Wohlstand für die Region, dass die Minen gar nicht viel Wasser verbrauchten, dass sie kaum Dreck machten und auch sonst so gut wie unschädlich für Mensch und Umwelt seien ...




Tante Nora
Haupthaus außen ...
La casa de la Granja por fuera...
Vor vier Jahren haben sich Pedro und Lucía in der Flussaue des (trockenen) Rio San Juan 6 Hektar Land gekauft und sich damit einen Traum erfüllt: das Leben als Versicherungsvertreter abbrechen und ein neues als ökologische Landwirte beginnen. Die beiden wirken zufrieden und erklären uns enthusiastisch ihr Projekt, das nach der Erbtante benannt ist, deren Nachlass den Landkauf ermöglicht hat. Sie haben hier einen wirklich schnuckeligen Bauernhof erbaut, mit wenig Ahnung und viel gutem Willem sowie dem Handbuch von John Seymour über „Das Leben auf dem Land“, das seit 40 Jahren zur Pflichtlektüre alternativer Landfreaks gehört (meine Mutter hatte es auch, es steht in Steindorf!).

... und innen/ ...y por dentro
Geholfen haben Freiwillige einer internationalen Organisation, die zum Arbeiten kommen (6 Tage die Woche) und dafür freie Logie und Kost erhalten. Derzeit ist Violetta dort, eine 18-jährige Tübingerin, die mit viel Vergnügen die Tiere füttert. Davon gibt es genügend: Zahllose Hühner, Enten, die wie Hunde bettelnd hinter einem herlaufen, anstatt in ihrem Teich zu gründeln, eine fleischfressende Wasserschildkröte, Gänse, Hunde, milchgebende Ziegen (Ziegenkäse!), zwei Schafe, eine Kuh, zahllose Karnickel, Pfauen und Puten, drei Pferde, Schweine … alles wirkt sehr beschaulich.


Glückliche Enten / Patos felices

Auf dem großen Gelände stehen das Haupthaus mit Speiseraum und Aufenthaltsraum, Küche und den Gastzimmern, ein Häuschen, in dem die Besitzer wohnen, eine sechseckige sehr schöne Lehmhütte und diverse Stallungen sowie ein Pool.

Aussen-Duschen neben "unserer" Lehmhütte
Duchas de safari junto a "nuestra" choza
Dahinter erstrecken sich die Öko-Felder, voller Tomaten, den leckersten seit unseren eigenen aus Camarena, Wein, Auberginen, Kürbisse, Erbsen und und und ... ein hübscher Kräutergarten, Obstbäume voller Mandeln, Pfirsiche, Quitten etc. – ein Schlaraffenland, so scheint es. Und hinzu kommt, dass Lucia exzellent kocht, es gibt GEMÜSE! Drei ältere Damen helfen ihr beim Einmachen und Kochen, ehemalige Angestellte ihres Elternhauses, die nun gerne aushelfen kommen und in Naturalien bezahlt werden. Sie geben einem ständig irgendwas zum Probieren. Marmelade, Melone, Ausgebackenes … mmmm.
Die besten Tomaten westlich von Camarena
Los mejores tomates al oeste de Camarena

Es herrscht überall eine angenehme Stimmung, alles ist offen, alles für alle zugänglich, wir quartieren uns in der Lehmhütte ein und bereiten uns seelisch auf eine Woche ruhigen Landlebens vor.
Kräutergarten / Huerto de hierbas
Aber noch am ersten Tag merken wir, worin der Hasenfuss der Idylle besteht. Pedro und Lucia können von der alternativen Landwirtschaft nicht leben. Sie meinen, es gäbe dafür überhaupt keinen Markt. Sie verschenken die wunderbaren Tomaten und Kürbisse, verfuttern Marmeladen und Tomatensossen selber, haben keine Einkünfte, sondern nur Ausgaben. Und so vermarkten sie ihren Bauernhof als Kulisse. Leute aus der Stadt und der Umgebung zahlen Eintritt und können alles nutzen, Kinder reiten, Jugendliche toben im Pool, andere lagern mit lautem Radio auf der Wiese, Familien picknicken und grillen an den Tischen neben unserer Hütte, die Massen drängen ins Haus und nutzen die einzigen 2 Toiletten, an den Speiseraum-Tischen sitzen die Kids und spielen Karten, im Wohnraum lümmeln Jugendliche und sehen fern, kurzum, die Besucher überschwemmen das ganze Gelände, es bleibt keine Ecke, um sich zurückzuziehen. Erst Abends spät kehr Ruhe ein, es bleiben Müllberge. Als wir uns schließlich in die Nähe des Pools wagen, gleicht sein Inhalt einer lauwarmen trüben Brühe, er ist dem Ansturm nicht gewachsen.
Ein befreundeter Alt-Hippie sorgt für die künstlerische Note der Granja
Obras de cerámica, obra de un ceramista amigo de La Granja
Am nächsten Morgen rücken die Kids vom Sommercamp an. Pedros Sohn betreut eine der zwei Kindergruppen, die den Vormittag über hier spielen, reiten, toben, baden (jeden Vormittag jetzt während der Sommerferien). Danach kommen die Jugendlichen-Gruppen an den Pool, die Familien mit dem Picknick erscheinen etwas später, bleiben dafür aber länger. Eine Amerikanerin erscheint, baut ihr Zelt neben der Lehmhütte auf, sie ist mit dem Fahrrad unterwegs gen Peru. Die letzte Besuchergruppe verlässt das Gelände gegen drei Uhr morgens. Während ich von der Hitze erschöpft eingeschlafen bin – wir haben uns für die zweite Nacht ins Haupthaus geflüchtet – hat Gabriel kein Auge zugetan. Als ich aufwache, hat er schon den Koffer gepackt. Trotz aller Idylle und herzlichen Behandlung beschließen wir abzureisen. So hatten wir uns das ruhige Landleben nicht vorgestellt. Trotzdem Dank an Pedro und Lucía und viel Erfolg für ihr Projekt.

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