San Juan - zona peatonal / Fußgängerzone |
Del bienestar de la provincia y la
vida del campo
Tras haber conocido las
grandes ciudades del oriente argentino, intentamos seguir por la famosa
carretera 40 (que va de sur a norte al pie de los Andes y que las
guías de viaje pregonan casi tanto como la norteamericana ruta
66 -es un decir, porque son bien distintas) e ir acercándonos a
Bolivia. A dos horas de autobús desde Mendoza queda San Juan, otra
ciudad de la que no sabemos nada y que, en realidad, tampoco queremos
ver; pero que, como etapa del viaje, puede servirnos para
buscar un alojamiento en el campo y quedarnos una semanita, o más.
Estamos en pleno verano y cuanto más al norte vayamos, más calor; y
cuanto más bonito sea el paisaje, más veraneantes: estas son las
condiciones adversas a las que tenemos que enfrentarnos en el enero
argentino.
La página web de alojamientos no ofrece demasiados en los alrededores de San Juan; pero uno, La Granja de la Tía Nora, resulta apetecible: ecológico, mucho adobe, piscina, comida biológica, bicicletas... todo eso suena casi a tierra prometida.
Escribimos y la primera respuesta que nos llega es negativa. Nos da igual, pensamos ir a verlo de todas maneras. Pero apenas media hora más tarde ya recibimos otro mail en el que nos dicen que sí, que tienen una habitación doble. Nos parece que ése es modo de torear el pago de cuotas a bnbair.com.
La página web de alojamientos no ofrece demasiados en los alrededores de San Juan; pero uno, La Granja de la Tía Nora, resulta apetecible: ecológico, mucho adobe, piscina, comida biológica, bicicletas... todo eso suena casi a tierra prometida.
Melones y sandías de Media Agua, la Villaconejos argentina |
Escribimos y la primera respuesta que nos llega es negativa. Nos da igual, pensamos ir a verlo de todas maneras. Pero apenas media hora más tarde ya recibimos otro mail en el que nos dicen que sí, que tienen una habitación doble. Nos parece que ése es modo de torear el pago de cuotas a bnbair.com.
San Juan de la Frontera
Bewässerungskanal Canal de riego; el agua glaciar va a velocidad increíble |
El agua que baja del deshielo de los glaciares formaba tradicionalmente ríos de anchos cauces secos en los que el caudal se perdía y se sumergía o evaporaba; actualmente se recoge en pequeñas represas desde donde se reconduce en acequias y canales a las tierras de labranza y a las huertas. Los pueblos del pie de los montes en auténticos oasis. Una de estas poblaciones es San Juan, rodeada de viñedos y huertas.
Antes
de entrar en la terminal, la policía detiene el autobús y nos
obliga a pasar las maletas por un escáner. Esta vez no tenemos que
abrirlas: por lo visto, buscan droga. Como no llevamos ni un mal
porro, las dejamos en consigna y nos vamos a dar una vuelta por la
ciudad, que es un repetida cuadrícula de calles con nombres
repetidos (desde Rivadabia, primer presidente argentino, a Mitre,
primer presidente elegido, pasando por Belgrano, Perón y la
imprescindible Plaza de San Martín). Nada emocionante, pero todo
nuevo porque tambien aquí hubo un gran terremoto, no hace 150 años
como en Mendoza, sino en 1944. (Hoy mismo, mientras esperábamos a
que trajeran la comida, he leído en un suplemento dominical una
documentación del terremoto, que fue espantoso y que tuvo
consecuencias insospechadas: Con la organización de la ayuda a los
damnificados empezó la carrera política de Perón y, en el curso de
las actividades, se conocieron él y Evita Duarte).
Torre de la Catedral, entre el Campanile veneciano y la de Las Ventas de Retamosa/ Kathedralenturm |
En San Juan nació, en 1811, Domingo Sarmiento, un presidente agentino considefrado "de los buenos", pues se preocupó por la alfabetización del país, la obligatoriedad de la ensenanza y escribio libros (Su vida, "El Facundo", que es la vida de Facundo Quiroga...) que sin duda pueden resultar interesantes y describen
bien estas regiones, pero su estilo es demasiado prolijo, quiero decir, para mi
gusto).
Su casa es el único edificio que se salvó del terremoto, y
la hemos visitado, pero como no la dejan fotografiar (también por
temor al robo, aunque nadie me explica que tienen que ver las fotos o qué podrían robar en ese
summelsorium de objetos banales) no me da la gana de explicar cómo
es; mejor dicho, no es nada para los no interesados. El ministerio de
turismo argentino, en lugar de tanto pohibir, podría enseñar a las
empleadas de la cercana oficina de turismo a informar... Son de
las que no te miran cuando hablan, de las que no saben qué hay 10 km más allá
porque no lo han visto nunca y de las que ni entienden lo que les
preguntas. Eso sí „Todo mmmuyyy lindo!“.
Escultura de la madre de Sarmiento. Ojo! una vez fotografíada corre peligro de ser sustraída! |
Oro
bajo el hielo
"Wasser ist wertvoller als Gold!" |
Hojas secas cubren el pavimento de la calle peatonal |
Sabine intenta entrar en la terminal de San Juan Ansturm am Busterminal (ich rechts mit rotem Koffer) |
Pascua
Lama! Recuerdo de la guía de Chile (2006) que en Pascua Lama había
tres glaciares y debajo de ellos, un yacimiento de oro bastante
potente. Para conseguir explotarlo había que remover (por supuesto,
sin destruir) los millones de toneladas de hielo y nieve de los
heleros que dan vida a los valles. El yacimiento estaba en sus tres cuartas partes en
territorio chileno. En el valle chileno de Huasco, los labradores se
habían levantado al lema de „El agua es vida“ y habían
conseguido parar las obras (la Bachelet estaba siendo elegida
Presidenta y lo puso en su programa electoral). Entonces la
multinacional que iba a explotar la mina ya amenazaba con atacar por
Argentina, aunque el acceso era más costoso. Y así fue, por
lo que vemos ahora. 10.000 sanjuaninos
trabajan en la mina (5000 m de altura, 30º bajo cero) durante
quince días seguidos y luego bajan a descansar una semana. Hay que
decir que tampoco es una empresa libre de sospecha: la Barrick Gold,
con sede en Canadá, había sido propiedad de Kasogghi, el traficante
de armas que por entonces residía en Marbella y copaba las revistas
del corazón españolas.
El
Taxista sigue hablando y dice que teme que sus nietos no puedan vivir
en esta tierra. Sus nietos!, le digo que me parece que apunta muy
lejos; que antes notará el problema él mismo y sus hijos. Y me mira
con cara de incrédulo.
Flasche auf dem Dach heißt "zu verkaufen" / Una botella sobre el coche significa "a la venta" |
Pasamos
junto a varios coches que tienen sobre el capó una botella de agua.
Le digo que en mi pueblo esas botellas se utilizan de
„guardaesquinas“, para que los perros no se meen (aunque yo he
visto a varios mearse encima) y, esperando que me cuente alguna
estulticia popular de ese estilo, me salta con que las botellas de
agua se ponen sobre los coches que están en venta.
Es
curioso cómo el agua va cobrando valor de señuelo de comercio.
La
tía Nora
Hace
cuatro años que Pedro y Lucía se compraron 6 hectáreas de terreno
en el cauce (seco) del río San Juan y pusieron pie en la realidad de
su sueño: abandonar la vida de vendedores de seguros y empezar otra
nueva de agricultores ecológicos. Ambos parecen contentos y nos
muestran orgullosos su proyecto, que tiene el nombre de la tía Nora,
la cual les dejó la herencia cuando se murió.
La
granja es bastante bonita, levantada con menos idea que voluntad,
siguiendo las directrices del libro de John Seymour sobre „La vida
en el campo“, que nosotros conocemos de Steindorf y de Camarena y
que, a mí particularmente, me parece un poco rosa. En la granja
ayudan voluntarios de una organización internacional que vienen a
trabajar seis días por semana a cambio de comida, cama y currículum.
También estudiantes de agronomía de no sé que univesidad sueca.
Actualmente hay una dieciochoañera alemana de Tübingen, Violetta,
que da el pienso a los animales con auténtico gusto; hay bastantes:
muchas gallinas, patos que se comportan como perros, mendigando
comida cerca de la mesa en lugar de quedarse en su charca, una
tortuga carnívora, gansos, tres perros muy simpáticos y
bobalicones, cabras que dan leche y queso, dos ovejas, una vaca,
conejos, pavos, tres caballos, cerdos, todo en cantidades abarcables.
A esto en Navalcarnero lo llaman (hu-)"mus de lombrices", es el abono perfecto |
En
la granja hay un edificio principal en el que está la cocina, el
comedor, dos baños, tres habitaciones y una sala de TV. Luego está
la casita en las que viven los dueños, y, por fin, una bonita cabaña
hexagonal de adobe y cañas, varios establos y una piscina.
Detrás
quedan los campos llenos de tomates (los más sabrosos que hemos
probado desde los nuestros de Camarena), una viña, berenjenas,
calabazas, guisantes, etc, etc,,, un bonito jardín de hierbas
aromáticas, frutales llenos de almendras, melocotones, membrillos...
un sueño, naturalmente. Además Lucía es la mejor cocinera que nos
hemos encontrado en Argentina y nos da de comer poca carne, muchas
legumbres y buenas ensaladas. Tres señoras la ayudan en las tareas
de encurtido y de cocina, antiguas criadas de la casa de sus padres
que siguen con ella por fidelidad y se contentan con ser pagadas con
productos de la huerta.
Por
todas partes reina un ambiente agradable, todo está abierto, todo
accesible para todos. Nos instalamos en la cabaña y nos preparamos a
pasar una semana viviendo y colaborando como (viejos) voluntarios en el
trabajo del campo. Nuestra primera tarde allí es maravillosa.
Al
día siguiente nos damos cuenta de dónde está el talon de aquiles
del proyecto. La vida ecológica no da para vivir. No hay mercado
para sus productos. Regalan los sabrosos tomates y calabazas, se
comen sus propias mermeladas y salsas de tomate, no tienen ingresos,
sino sólo gastos y se ven obligados a vender su granja como decorado
a gente de la capital y veraneantes de los alrededores que pagan
entrada para bañarse en la piscina y también por utilizar todo. No
sólo: pasan las mañanas en la granja los niños de un campamento
cercano aprendiendo a tratar animales, a nadar... Por la tarde, en
plena hora de la siesta empiezan a llegar los clientes de la pileta:
grupos de adolescentes que juegan y gritan al lado de nuestra cabaña;
niñas que se tumban a tostarse con la radio a todo volumen, sus
cocacolas y gaseosas, mamás con bebés que dan órdenes, matean,
cotillean y fuman sin parar al lado de nuestra cabaña... se juntan
hasta más de 50 personas y convierten en almadraba una piscina que
no es ni el doble que la de Camarena.
Además las masas entran en la casa, utilizan los wáteres, los niños juegan a las cartas en el comedor, otros ven la televisión en el salón de estar, en resumen, los clientes lo invaden todo. Cuando al atardecer se recupera la calma, quedan montones de basura, papeles y boquillas de cigarrillos por el suelo. Cuando osamos acercarnos a la piscina, nos damos cuenta de que es un auténtico bebedero de patos con temperatura de pis.
Dos detalles de la choza de huéspedes / eine Lehmhütte als Gastzimmer |
Además las masas entran en la casa, utilizan los wáteres, los niños juegan a las cartas en el comedor, otros ven la televisión en el salón de estar, en resumen, los clientes lo invaden todo. Cuando al atardecer se recupera la calma, quedan montones de basura, papeles y boquillas de cigarrillos por el suelo. Cuando osamos acercarnos a la piscina, nos damos cuenta de que es un auténtico bebedero de patos con temperatura de pis.
Una
americana aparece ya de noche y monta su tienda al lado de la cabaña.
Es una tipa curiosa: va en bicicleta de Paraguay a Perú. El último
grupo se queda junto a la piscina hasta las 2 ó las 3 de la mañana
(son los amigos de la hija de los dueños y es viernes). Sabine
duerme como un lirón, pero yo no puedo pegar ojo. Me resulta
incómodo dormir con la ventana abierta a la vista de todos, me
levanto y el water está en condiciones de estación. Cuando se
despierta Sabine yo ya tengo la maleta hecha. Esto no es mi lugar
ideal de descanso imaginado. Nos despedimos un poco precipitadamente
pero quedamos como amigos y les deseamos mucha
suerte a Pedro y Lucía!
"Können meine Ängste deine Freude sein?" |
Der Wohlstand der Provinz und das
Landleben
Nachdem wir nun die großen Städte im
Westen Argentiniens kennen, wollen wir auf der in den Reiseführern
wie die amerikanische Route 66 gerühmte Route 40, die vor den Anden
von Süden nach Norden durch Argentiiens Westen führt, in Etappen
gen Bolivien tingeln. Zwei Busstunden von Mendoza entfernt liegt San
Juan, eine Stadt (und gleichnamige Provinz), die uns absolut nichts
sagt und die wir nicht wirklich besuchen wollen. Aber als Ziel der
Busreise mag sie dienen, von dort aus wollen wir irgendwo aufs Land,
einige Tage bleiben, wenn es schön ist auch länger.
Es ist Hochsommer, und je nördlicher
desto heißer. Und je ländlich-hübscher desto mehr Urlauber. Das
sind die Randbedingungen, mit denen wir jetzt im Januar rechnen
müssen. Unsere Privatvermieter-Seite gibt für das ländliche San
Juan nicht viel her, aber doch, ein Quartier erscheint viel
versprechend: die Granja Tía Nora, der Bauernhof von Tante Nora.
Ökologisch, viel Adobe, Pool, Bioessen, Fahrräder, es klingt wie
das ersehnte Land. Wir schreiben hin, und bekommen zwar über die
automatische Reservierung eine negative Antwort, kurz hinterher
jedoch ein Schreiben, man habe doch ein Doppelzimmer. So umgeht man
wohl die Gebühren an airbnb.com.
San Juan Stadt
Die Fahrt nach Norden führt über die
platte Schwemmebene vor den Anden, die Berge im Westen in weiter
Ferne. Wir sind hier im Lee eventueller Regenwolken, die sich ja auch
in Chile nicht abregnen, weil sie vorher schon über dem Meer über
dem eisekalten Humboldtstrom ihren Kälteschock bekommen haben und
sich ausgetropft haben. Zudem kommt der Westwind Chiles hier als
trockener,sich zunehmend erwärmender Fallwind an, eine Art Föhn,
der hier"La Zonda" heißt. So ist auf dieser Seite beiderseits der
Bergkette Wüste. Nicht so malerisch, wie man es von Fotos der Sahara
kennt, sondern eine einfache graue Dreck- und Steinwüste, in der
hier und da niedrige Gestrüppe stehen, die sich – falls es dann
doch mal regnet – schnell begrünen. Dort, wo früher Flüsse von
den Bergen kamen, sind trockene Furten, die Flüsse werden in
Stauseen aufgefangen und durch Kanäle zur Bewässerung
weitergeleitet, so dass die Orte vor den Bergen allesamt
Bewässerungsoasen sind. So auch San Juan, das wieder von großen
Weinbauflächen umgeben und überall mit kleinen und großen Bewässerungskanälen durchzogen ist.
Wir lassen das Gepäck am Busbahnhof und drehen eine Runde durch den Ort – ein Standard-Grundriss mit Standard-Straßennamen von Ribadavia (erster Präsident Argentiniens) bis Mitre (erster gewählter Präsident) und der unabdinglichen Plaza San Martin. Nichts Aufregendes, aber alles neu, denn auch hier hat ein Erdbeben alles zerstört, aber nicht – wie in Mendoza – im 19 Jh., sondern erst 1944. (s. Foto oben vom neuen Kathedralenturm, alles "Alte" ist verschwunden)
Das Wasser strömt hier mit beeindruckender Geschwindigkeit |
Wir lassen das Gepäck am Busbahnhof und drehen eine Runde durch den Ort – ein Standard-Grundriss mit Standard-Straßennamen von Ribadavia (erster Präsident Argentiniens) bis Mitre (erster gewählter Präsident) und der unabdinglichen Plaza San Martin. Nichts Aufregendes, aber alles neu, denn auch hier hat ein Erdbeben alles zerstört, aber nicht – wie in Mendoza – im 19 Jh., sondern erst 1944. (s. Foto oben vom neuen Kathedralenturm, alles "Alte" ist verschwunden)
Wer nicht in der Mine arbeitet ist Kontrolleur der Parkgebühren / En S. Juan, quien no trabaja en la mina, es controlador coches aparcados |
Einzige Sehenswürdigkeit ist die Casa
Sarmiento, das Gebäude, in dem der Nachfolger Mitres, Domingo
Sarmiento, 1811 geboren wurde. Er hat sich um die Erziehung und
Alphabetisierung verdient gemacht, irgendein Reiseführer bemerkt
lakonisch, er sei der einzige „gute“ Präsident Argentiniens
gewesen. Das Haus ist eines der wenigen alten Gebäude der Stadt, die
ansonsten durch große Banken und einige ordentliche Esslokale
beeindruckt. Als wir einige Tage später nochmal nach San Juan
zurückkommen finden wir sogar ein exzellentes vegetarisches
Restaurant.
Gold unterm Eis
Offenbar sind nicht alle einverstanden ... / Parece que no todos están de acuerdo ... |
Tante Nora
Haupthaus außen ... La casa de la Granja por fuera... |
... und innen/ ...y por dentro |
Glückliche Enten / Patos felices |
Auf dem großen Gelände stehen das
Haupthaus mit Speiseraum und Aufenthaltsraum, Küche und den
Gastzimmern, ein Häuschen, in dem die Besitzer wohnen, eine
sechseckige sehr schöne Lehmhütte und diverse Stallungen sowie ein
Pool.
Aussen-Duschen neben "unserer" Lehmhütte Duchas de safari junto a "nuestra" choza |
Dahinter erstrecken sich die
Öko-Felder, voller Tomaten, den leckersten seit unseren eigenen aus
Camarena, Wein, Auberginen, Kürbisse, Erbsen und und und ... ein
hübscher Kräutergarten, Obstbäume voller Mandeln, Pfirsiche,
Quitten etc. – ein Schlaraffenland, so scheint es. Und hinzu kommt,
dass Lucia exzellent kocht, es gibt GEMÜSE! Drei ältere Damen
helfen ihr beim Einmachen und Kochen, ehemalige Angestellte ihres
Elternhauses, die nun gerne aushelfen kommen und in Naturalien
bezahlt werden. Sie geben einem ständig irgendwas zum Probieren.
Marmelade, Melone, Ausgebackenes … mmmm.
Die besten Tomaten westlich von Camarena Los mejores tomates al oeste de Camarena |
Kräutergarten / Huerto de hierbas |
Aber noch am ersten Tag merken wir,
worin der Hasenfuss der Idylle besteht. Pedro und Lucia können von
der alternativen Landwirtschaft nicht leben. Sie meinen, es gäbe
dafür überhaupt keinen Markt. Sie verschenken die wunderbaren
Tomaten und Kürbisse, verfuttern Marmeladen und Tomatensossen
selber, haben keine Einkünfte, sondern nur Ausgaben. Und so
vermarkten sie ihren Bauernhof als Kulisse. Leute aus der Stadt und
der Umgebung zahlen Eintritt und können alles nutzen, Kinder reiten,
Jugendliche toben im Pool, andere lagern mit lautem Radio auf der
Wiese, Familien picknicken und grillen an den Tischen neben unserer
Hütte, die Massen drängen ins Haus und nutzen die einzigen 2
Toiletten, an den Speiseraum-Tischen sitzen die Kids und spielen
Karten, im Wohnraum lümmeln Jugendliche und sehen fern, kurzum, die
Besucher überschwemmen das ganze Gelände, es bleibt keine Ecke, um
sich zurückzuziehen. Erst Abends spät kehr Ruhe ein, es bleiben
Müllberge. Als wir uns schließlich in die Nähe des Pools wagen,
gleicht sein Inhalt einer lauwarmen trüben Brühe, er ist dem
Ansturm nicht gewachsen.
Ein befreundeter Alt-Hippie sorgt für die künstlerische Note der Granja Obras de cerámica, obra de un ceramista amigo de La Granja |
Am nächsten Morgen rücken die Kids
vom Sommercamp an. Pedros Sohn betreut eine der zwei Kindergruppen,
die den Vormittag über hier spielen, reiten, toben, baden (jeden
Vormittag jetzt während der Sommerferien). Danach kommen die
Jugendlichen-Gruppen an den Pool, die Familien mit dem Picknick
erscheinen etwas später, bleiben dafür aber länger. Eine
Amerikanerin erscheint, baut ihr Zelt neben der Lehmhütte auf, sie
ist mit dem Fahrrad unterwegs gen Peru. Die letzte Besuchergruppe
verlässt das Gelände gegen drei Uhr morgens. Während ich von der
Hitze erschöpft eingeschlafen bin – wir haben uns für die zweite
Nacht ins Haupthaus geflüchtet – hat Gabriel kein Auge zugetan.
Als ich aufwache, hat er schon den Koffer gepackt. Trotz aller Idylle
und herzlichen Behandlung beschließen wir abzureisen. So hatten wir
uns das ruhige Landleben nicht vorgestellt. Trotzdem Dank an Pedro
und Lucía und viel Erfolg für ihr Projekt.
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